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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
al pecado, que es la trasgresión de la ley, su vida será puesta en
conformidad con la ley, en perfecta obediencia. Esta es la obra del
Espíritu Santo. La luz de la Palabra estudiada cuidadosamente, la voz
de la conciencia, las súplicas del Espíritu; producen en el corazón
verdadero amor a Cristo, quien se dio como sacrificio completo para
redimir toda la persona: el cuerpo, el alma, y el espíritu. Y el amor
se manifiesta por la obediencia. La línea de demarcación será clara
entre los que aman a Dios y guardan sus mandamientos, y aquellos
que no le aman y desprecian sus preceptos.
Los hombres y mujeres que sean fieles cristianos sentirán un
interés intenso por impartir al alma convencida un correcto conoci-
miento de la justicia en Cristo Jesús. Algunos han permitido que el
deseo de satisfacción egoísta lo domine todo en su vida; por estas
almas los creyentes fieles deben velar como quienes tienen que dar
cuenta. No deben descuidar la instrucción fiel, tierna y amante tan
esencial para los jóvenes conversos, a fin de que la obra no sea hecha
a medias. La primera experiencia debe ser correcta.
Satanás quiere que nadie contemple la necesidad de una completa
entrega a Dios. Cuando el alma no hace esta entrega y no abandona
el pecado; los apetitos y pasiones lucharán por el predominio y las
tentaciones confundirán la conciencia, de manera que la verdadera
conversión no se realiza. Si todos tuvieran un concepto del conflicto
que cada alma debe sostener con los agentes satánicos que están
tratando de entrampar, seducir y engañar, habría una labor diligente
mucho mayor en favor de los que son jóvenes en la fe.
Con frecuencia, esas almas, abandonadas a su propio criterio, son
tentadas y no disciernen lo malo de la tentación. Se les debe decir
que es un privilegio solicitar consejos. Permítaseles que busquen la
sociedad de los que pueden ayudarles. Mediante su trato con los que
aman y temen a Dios recibirán fuerzas.
Nuestra conversación con estas almas debe ser de un carácter
espiritual y animador. El Señor nota los conflictos de todos los seres
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débiles que dudan y luchan, y ayudará a todos los que le invocan.
Verán el cielo abierto delante de ellos, y los ángeles de Dios que
bajan y suben por la escalera resplandeciente por la cual ellos están
tratando de subir.
La obra de los padres
. Los padres cuyos hijos deben ser bautiza-
dos tienen una obra que hacer, tanto en lo que se refiere a examinarse