Los bautismos
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ellos mismos, como en cuanto a dar instrucciones fieles a sus hijos.
El bautismo es un rito muy sagrado e importante, y su significado
debe comprenderse cabalmente. Significa arrepentirse del pecado e
iniciar una nueva vida en Cristo Jesús. No debe haber un indebido
apresuramiento para recibir este rito. Calculen el costo tanto los
padres como los hijos. Al consentir en que sus hijos sean bautizados,
los padres se comprometen solemnemente a ser fieles mayordomos
para estos hijos, a guiarlos en la edificación de su carácter. Se com-
prometen a cuidar con interés especial estos corderos del rebaño, a
fin de que no deshonren la fe que profesan.
Debe darse instrucción religiosa a los niños desde sus más tier-
nos años. Debe dárseles no con espíritu de condenación, sino con
un espíritu alegre y feliz. Las madres necesitan estar en guardia
constantemente, no sea que la tentación llegue a los niños en forma
que no la conozcan. Los padres han de proteger a sus hijos con
instrucciones sabias y placenteras. Como los mejores amigos de
estos seres inexpertos, deben ayudarles en la obra de vencer, porque
para ellos ser victoriosos lo significa todo. Deben considerar que sus
amados hijos que están tratando de hacer lo recto son los miembros
más jóvenes de la familia del Señor, y deben sentir un intenso interés
por ayudarles a andar rectamente en la senda de la obediencia. Con
amante interés debe enseñárseles día tras día lo que significa ser
hijos de Dios y entregar la voluntad en obediencia a él. Enseñadles
que la obediencia a Dios entraña obediencia a los padres. Esta debe
ser una obra de cada día y hora. Padres, velad, velad, y orad, y haced
de vuestros hijos vuestros compañeros.
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Cuando llega el período más feliz de su vida, y en su corazón
aman a Jesús y desean ser bautizados, obrad fielmente con ellos.
Antes que reciban el rito, preguntadles si es su propósito principal en
la vida trabajar para Dios. A continuación explicadles cómo deben
comenzar. Las primeras lecciones significan mucho. Con sencillez
enseñadles a prestar su primer servicio a Dios. Presentadles esta
obra de la manera que haga más fácil su compresión. Explicadles lo
que significa darse al Señor: hacer exactamente lo que su Palabra
indica, bajo el consejo de padres cristianos.
Después de trabajar fielmente, si estáis convencidos de que vues-
tros hijos comprenden el significado de la conversión y del bautismo,
y de que están verdaderamente convertidos, sean bautizados. Pero,