Página 94 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
repito, ante todo preparaos vosotros mismos a fin de actuar como fie-
les pastores para guiar sus pies inexpertos por la senda estrecha de la
obediencia. Dios debe obrar en los padres para que ellos puedan dar
a sus hijos un buen ejemplo de amor, cortesía y humildad cristiana,
y así, conseguir que efectúen una entrega completa del yo a Cristo.
Si consentís en el bautismo de vuestros hijos y luego los dejáis hacer
lo que ellos quieran, no sintiendo el deber especial de mantener sus
pies en la senda recta, vosotros mismos sois responsables si pierden
la fe, el valor y el interés en la verdad.
La obra del pastor
. Los candidatos adultos deben comprender
mejor su deber que los jóvenes; pero el pastor de la iglesia tiene un
deber que cumplir hacia estas almas. ¿Siguen ellos malas costum-
bres y prácticas? Es deber del pastor tener reuniones especiales con
ellos. Déles estudios bíblicos, converse y ore con ellos, y muéstreles
claramente lo que el Señor requiere de ellos. Léales la enseñanza
de la Biblia acerca de la conversión. Muéstreles cuál es el fruto de
la conversión, la evidencia de que aman a Dios. Muéstreles que la
verdadera conversión es un cambio de corazón, de pensamientos,
y propósitos. Han de renunciar a las malas costumbres. Han de
desechar los pecados de la malicia, los celos y la desobediencia.
Deben sostener una guerra contra toda característica mala. Entonces
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el que cree puede aceptar inteligentemente la promesa: “Pedid, y se
os dará”.
Mateo 7:7
.
El examen de los candidatos
La prueba del discipulado no se aplica tan estrictamente como
debiera ser aplicada a los que se presentan para el bautismo. Debe
saberse si están tomando simplemente el nombre de adventistas del
séptimo día, o si se colocan de parte del Señor para salir del mundo
y separarse de él y no tocar lo inmundo. Antes del bautismo debe
examinarse cabalmente la experiencia de los candidatos. Hágase
este examen, no de una manera fría y manteniendo distancias, sino
bondadosa y tiernamente, señalando a los nuevos conversos el Cor-
dero de Dios que quita el pecado del mundo. Hágase sentir a los
candidatos para el bautismo los requerimientos del evangelio.
Los recién convertidos a la fe necesitarán instrucción sonbre
el asunto de la indumentaria. Óbrese con amor en el trato con los