Página 111 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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La señal de nuestra orden
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su ejemplo el Salvador nos ha mostrado que es correcto aliviar los
sufrimientos en sábado. Pero el trabajo innecesario, como los trata-
mientos y las operaciones comunes que pueden postergarse, debe
ser diferido. Hágase comprender a los pacientes que los médicos y
auxiliares deben tener un día de descanso. Hágaseles comprender
que los obreros temen a Dios y desean santificar el día que él puso
aparte para que sus hijos lo observen como señal entre él y ellos.
Los educadores y los educandos de nuestras instituciones médi-
cas deben recordar que para ellos y los dirigentes significa mucho
observar correctamente el sábado. Al guardar el sábado acerca del
cual Dios declara que debe ser santificado, revelan la señal de su
orden y muestran claramente que están de parte de su Señor.
Ahora y siempre hemos de destacarnos como pueblo distinto
y peculiar, libre de toda política mundana, sin los estorbos que
representaría el confederarse con aquellos que no tienen sabiduría
para discernir los requerimientos de Dios tan claramente presentados
en su ley. Todas nuestras instituciones médicas han sido establecidas
como instituciones adventistas del séptimo día, para representar las
diversas características de la obra misionera médica evangélica, y
así preparar el camino para la venida del Señor. Debemos demostrar
que procuramos trabajar en armonía con el cielo. Debemos testificar
a toda nación, tribu y lengua que somos un pueblo que ama y teme
a Dios, un pueblo que santifica su monumento recordativo de la
creación, la señal puesta entre él y sus hijos obedientes para mostrar
que los santifica. Y debemos manifestar claramente nuestra fe en la
pronta venida del Señor en las nubes del cielo.
Como pueblo nos ha humillado grandemente la conducta que
han seguido algunos de nuestros hermanos de responsabilidad al
apartarse de los antiguos jalones. Hay quienes, a fin de llevar a cabo
sus planes, negaron su fe por sus palabras. Esto demuestra cuán poca
confianza se puede poner en la sabiduría y el juicio humanos. Como
nunca antes, necesitamos ver ahora el peligro que corremos de ser
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desviados inadvertidamente de nuestra lealtad a los mandamientos
de Dios. Necesitamos comprender que Dios nos ha dado un mensaje
decidido de amonestación para el mundo, así como dio a Noé un
mensaje de amonestación para los antediluvianos.
Procure nuestro pueblo no menoscabar la importancia del sábado
para vincularse con los incrédulos. Tenga cuidado de no apartarse