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Testimonios para la Iglesia, Tomo 7
obra de publicaciones, médica, de escuela sabática y educacional y
organizarlas como departamentos, bajo la administración de la Aso-
ciación General. En tercer lugar, la junta directiva de la Asociación
General fue ampliada a todos los campos de la obra mundial para
que incluyera todas las ramas de la obra.
Algunos aspectos del trabajo de la Asociación General se reorga-
nizaron rápidamente. Muy pronto vieron la luz los departamentos de
Escuela Sabática, Educación y Libertad Religiosa. La organización
de otros departamentos tomó más tiempo; y en otros casos la necesi-
dad de cambio no fue evidente hasta cuando sobre vinieron algunos
desastres. El proceso de reorganización de la obra médica no se
inició hasta que los hombres y mujeres conectados con ella se con-
vencieron de su necesidad y decidieron cambiar su propia filosofía
acerca de esta gran obra. En ocasión del Congreso de la Asociación
General de 1901, parecía que el Sanatorio de Battle Creek había
alcanzado su cumbre puesto que, junto con sus instituciones sa-
télites, constituía una gran parte de la obra de los adventistas del
séptimo día. Para entonces resultaba evidente que los dirigentes del
sanatorio comenzaban a planear una gran obra médica misionera de
carácter no denominacional, la cual, como ellos la imaginaban, en
poco tiempo eclipsaría el trabajo de la denominación adventista.
Fue entonces cuando se produjo el primer desastre, el 18 de
febrero de 1902. El edificio principal del Sanatorio de Battle Creek
se quemó totalmente. Aunque de inmediato se tomaron medidas para
reconstruirlo, tanto la experiencia del incendio como los consejos
del espíritu de profecía que llegaron a manos de los obreros durante
los meses siguientes al siniestro, abrieron los ojos de muchos para
que vieran con claridad el lugar que correspondía al trabajo médico
misionero como parte distintiva de la obra denominacional, pero
integrada a ella. La instrucción era de extenderse hacia otros lugares
y establecer muchos centros médicos misioneros, de alcances no
demasiado grandes ni ambiciosos. Con este marco de referencias
la Sra. White escribió la serie de artículos contenidos en la sección
[8]
“La obra de nuestro sanatorio”. Se los incluyó en el tomo 7 de los
Testimonios
para que continuaran sirviendo a la denominación.
Al principio, cuando se organizaron la Review and Herald y la
Pacific Press, se había hecho necesario el establecimiento de plantas
bien equipadas, con el fin de producir a un precio moderado el tipo