Relación de una casa editora con otra
La relación entre Cristo y sus seguidores y la de éstos entre
ellos se ilustra mediante la figura de la vid y sus ramas. Todas las
ramas se relacionan unas con otras, sin embargo cada una posee su
propia individualidad que no se pierde en la de ninguna otra. Todas
mantienen la misma relación con la vid y dependen de ella para su
vida, crecimiento y fructificación. Las ramas no se pueden sostener
entre ellas mismas. Para esto cada una debe estar centrada en la
vid. Y aunque las ramas se parecen unas a otras, también revelan
diferencias. Su unidad consiste en la unión común que sostienen con
la vid, y en cada una, aunque no idénticamente, se manifiesta la vida
de la vid.
Esta figura contiene una lección, no sólo para los cristianos
individuales, sino también para las instituciones dedicadas al servicio
de Dios. Cada una debe mantener su individualidad al relacionarse
con las demás. La unión que mantenga una con otra se llevará a cabo
mediante la unión que sostengan con Cristo. En él cada institución se
halla conectada con todas las demás, al mismo tiempo que ninguna
permite que su identidad se confunda con la otra.
Algunas veces se ha sugerido con insistencia que se adelantarían
los intereses de la causa mediante una consolidación de nuestras
casas publicadoras, colocándolas todas virtualmente bajo la misma
gerencia. Pero el Señor ha mostrado que esto no debería suceder. Su
plan no consiste en centralizar el poder en las manos de unas pocas
personas ni en colocar a una institución bajo el control de otra.
Se me presentaron los comienzos de nuestra obra como seme-
jantes a un riachuelo muy pequeño. Al profeta Ezequiel se le mostró
una representación de las aguas “que salían de debajo del umbral
de la casa hacia el oriente”, “al Sur del altar”. Léase
Ezequiel 47
.
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Nótese en especial el versículo 8: “Estas aguas salen a la región del
oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en
el mar, recibirán sanidad las aguas”. Del mismo modo se me mostró
nuestra obra que se extendía hacia el este y el oeste, hacia las islas
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