Página 195 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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La confianza en Dios
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capacita al investigador para distinguir entre el bien y el mal en todos
los órdenes de la vida. Si los empleados de nuestras casas editoras
obtienen este conocimiento y llegan a arraigarse y fundamentarse en
la verdad, guardarán el camino del Señor haciendo justicia y juicio.
* * * * *
Los que manejan las cosas sagradas en las casas publicadoras
y en cada ramo de la obra de Dios deben desplegar las mejores
energías de sus facultades mentales y morales. Deben estudiar cons-
tantemente, no la voluntad del hombre, sino la voluntad de Dios. Se
debe revelar su gracia en toda la obra que realizan.
Debemos ser “en lo que requiere diligencia, no perezosos; fer-
vientes en espíritu, sirviendo al Señor”.
Romanos 12:11
. Seamos
diligentes en nuestro trabajo; pero con esta energía debe mezclarse
otro elemento: un celo viviente en el servicio de Dios. Debemos
mezclar devoción, piedad y santidad con nuestro trabajo cotidiano.
Si pretenden llevar a cabo sus actividades sin estos elementos co-
meten el error más grande de sus vidas, y le roban a Dios mientras
profesan servirle.
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