Página 35 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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Obreros de entre las filas
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amorosa admiración por Cristo los impulsa constantemente hacia
arriba. Practican sus virtudes; porque su vida está identificada con la
suya. En su constante avance ascendente son una bendición para el
mundo y una honra para su Redentor. Acerca de ellos Cristo declara:
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad”.
Mateo 5:5
.
Se debe animar a tales obreros. Su trabajo no está llamado a
ser visto de los hombres, sino a glorificar a Dios; y soportará el
escrutinio divino. El Señor permite que estos obreros se relacionen
con los que poseen habilidades más marcadas, con el fin de llenar
los vacíos que van quedando. Se siente complacido cuando se los
aprecia, porque ellos constituyen eslabones en su cadena de servicio.
Los seres humanos que se creen importantes y que se hallan
henchidos con el pensamiento de sus propias habilidades superiores,
pasan por alto a esta clase de, obreros contritos y humildes; pero
Dios no los pierde de vista ni siquiera por un momento. El se da
cuenta de todo lo que hacen con el fin de ayudar a los que se en-
cuentran en necesidad. En las cortes celestiales, cuando se reúnan
los redimidos en el hogar, estarán de pie más cerca del Hijo de Dios.
Ellos resplandecerán en las cortes del Señor honrados por él, porque
a su vez han considerado un honor ministrar en favor de aquellos
por quienes dio su vida.
* * * * *
Dios inspirará a hombres que se hallan en posiciones humildes
para que prediquen el mensaje de la verdad presente. Se verá que
muchos de ellos se apresuran de aquí para allá, constreñidos por el
Espíritu de Dios, llevando la luz a los que se hallan en tinieblas. En
ellos la verdad es como fuego en sus huesos, que los llena de un
ardiente deseo de alumbrar a los que están en oscuridad. Muchos,
aun entre los iletrados, proclamarán la palabra del Señor. Aun los
niños se sentirán impulsados por el Espíritu de Dios para salir a
declarar el mensaje del cielo. El Espíritu será derramado sobre las
personas que se someten a sus indicaciones.
[29]
Desechando los reglamentos humanos que los estorbaban y sus
excesivas precauciones, se unirán al ejército del Señor.
* * * * *