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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
¿Qué estamos haciendo? ¿Estamos comunicando el mensaje del
tercer ángel? “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si
alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente
o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha
sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego
y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de
su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de
día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie
que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los
santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
Apocalipsis 14:9-12
.
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Los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús están enla-
zados. Han de ser claramente presentados ante el mundo.
La oposición del enemigo
En la Palabra de Dios se nos muestran las consecuencias que
tiene la proclamación del mensaje del tercer ángel. “Entonces el
dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra
el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
Apocalipsis 12:17
. La
negativa a obedecer los mandamientos de Dios, y la resolución de
albergar odio contra los que proclaman estos mandamientos, lleva a
la guerra más resuelta de parte del dragón, cuyas energías enteras se
dedican a oponerse al pueblo de Dios que guarda los mandamientos.
“Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres
y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la
frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese
la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”.
Apocalipsis 13:16, 17
.
La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo
día, monumento recordativo de la creación por el Señor. “Habló
además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel,
diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque
es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que
sepáis que yo soy Jehová que os santifico”.
Éxodo 31:12, 13
. En
este pasaje el sábado se designa claramente como señal entre Dios y
su pueblo.