Página 147 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Concentración excesiva en Battle Creek
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deje de ser lo que Dios se propuso que fuese: un refugio para los
pobres y humildes. Los que se mantienen firmes en la verdad no
deben ser echados a un lado en favor de los mundanos. Para sufragar
los gastos corrientes, los precios no se deben fijar tan altos que los
pobres, en su mayoría, sean excluidos de los beneficios del sanatorio.
En vista del talento y las instalaciones actuales, es imposible que
el médico jefe pueda atender todo lo que es esencial en los diferentes
ramos y departamentos, por más que quisiera hacerlo. No es posible
para él ofrecer una supervisión personal a todos los aspectos de la
obra.
Este asunto me ha sido presentando vez tras vez. Aunque la
institución experimenta un continuo crecimiento y los edificios se
ensanchan y los deberes aumentan, no se está llevando a cabo un
crecimiento correspondiente en lo que se refiere al talento y la
capacidad necesarios para el manejo de una empresa semejante.
¿No le darán la debida atención a esto el médico jefe y los miembros
de la junta? Hermano mío, usted no es inmortal. Le doy gracias al
Señor porque usted es tan sabio como lo es en lo referente a su salud.
Pero no siempre podrá hacer las cosas como ahora. Su salud puede
fallar. Su vida es insegura, y se me ha revelado que en el sanatorio
debería haber una mano de obra tres veces mayor que la que hay.
Aun así, los obreros tendrían bastante qué hacer si hicieran bien su
trabajo.
La cuestión del sueldo
La institución se encuentra ahora en un estado saludable y sus
gerentes no deberían insistir en pagar sueldos ínfimos como fue
necesario en tiempos pasados. El obrero digno y eficiente debe
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recibir un sueldo razonable por su trabajo y se le debe permitir
emplear su sueldo conforme a su propio criterio. En ninguna manera
deberán trabajar más de la cuenta. El mismo médico jefe debería
recibir un sueldo mayor.
Deseo decirle al médico jefe: Aunque la cuestión de los sueldos
no está bajo su supervisión personal, sería mejor que usted examine
cuidadosamente este asunto, porque usted es el responsable como
cabeza de la institución. No les pida a los trabajadores que hagan
la mayor parte del sacrificio. Controle su ambición de ensanchar