Sostened la obra médica
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Señor le ha dado a nuestro médico principal una obra que hacer con
el propósito de ayudar a preparar a un pueblo para que esté en pie
en el gran día de Dios. Pero él ha de trabajar bajo la supervisión de
Dios. Algunos aspectos de su labor necesitan acoplarse y ajustarse
más de cerca a los principios del Obrero jefe.
La causa de la escasez en la iglesia
Todo aquel que acepte tomar parte en la obra para este tiempo
debería sentir la solemne responsabilidad que descansa sobre sus
hombros. Estamos trabajando para la eternidad. Si comemos el pan
que descendió del cielo, seremos semejantes a Cristo en espíritu y en
carácter. Estamos viviendo en una era cuando no debe existir el ocio
espiritual. Toda alma debe estar llena de la corriente de vida celestial.
A menudo surge la pregunta: “¿Cuál es la causa de la escasez de
poder espiritual dentro de la iglesia? La respuesta ha sido dada:
“Los miembros permiten que sus mentes se aparten de la palabra de
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Dios”. Físicamente, somos lo que comemos: y de igual manera, la
naturaleza de nuestra espiritualidad la determina el alimento que le
proveemos a la mente. Hemos de darle a la mente y al corazón la
nutrición apropiada comiendo la carne y bebiendo la sangre del Hijo
de Dios.
Cristo declara: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí,
tiene vida eterna... Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si
alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo
daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo... El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré
en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre
es verdadera bebida. El que come mi carne, y bebe mi sangre, en mí
permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo
por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí”.
Juan 6:47-57
.
Debemos permanecer en Cristo, y Cristo en nosotros “por que
nosotros somos colaboradores de Dios”.
1 Corintios 3:9
. La labor del
cristiano es individual. Que los obreros de Dios se dejen de buscar
faltas, lo cual es pecado. Que procuren mejorarse ellos mismos de
la misma manera cómo piensan que otros deben mejorar. Es su
prerrogativa vivir en Cristo al comer el pan de vida. Los que así