Página 193 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Palabras de aliento
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envidia y a las malas sospechas, el Espíritu Santo no morará en
usted. Procure tener la plenitud que hay en Cristo. Trabaje conforme
a lo que él ha trazado. Que cada pensamiento, palabra y hecho lo
revelen. Usted necesita un bautismo cotidiano del amor que en los
días de los apóstoles los mantenía en común acuerdo. Este amor le
dará salud al cuerpo, a la mente y al alma. Rodee su vida con una at-
mósfera que fortalezca su vida espiritual. Cultive la fe, la esperanza,
el valor y el amor. Permita que la paz de Dios gobierne su corazón.
Entonces usted será capaz de llevar a cabo sus responsabilidades. El
Espíritu Santo les impartirá una divina eficiencia, una calma, una
serena dignidad, a todos sus esfuerzos por aliviar el sufrimiento.
Dará testimonio de que ha estado con Jesús.
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