Página 205 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

Basic HTML Version

Una visión más amplia
201
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna”.
Juan 3:16
.
Advertencia en contra de la centralización
Cristo abarcó el mundo en su obra misionera, y el Señor me ha
mostrado por revelación que no es su designio que se formen grandes
centros, que se funden grandes instituciones, y que los fondos de
nuestro pueblo en todas partes del mundo se agoten por el apoyo
dado a unas pocas instituciones grandes, cuando las necesidades
de estos tiempos requieren que se haga algo, Dios mediante, en
muchos lugares. Se deben establecer instalaciones en varios lugares
por todo el mundo. Primero una, luego otra parte de la viña ha de
ser penetrada, hasta que todo se haya cultivado. Se deben hacer
esfuerzos doquiera exista la mayor necesidad. Pero no podemos
llevar a cabo esta lucha agresiva y a la misma vez gastar recursos en
forma extravagante en unos pocos lugares.
[217]
El Sanatorio de Battle Creek es demasiado grande. Para aten-
der a los pacientes que vienen, se necesitará una gran cantidad de
trabajadores. El número máximo que se puede atender con bue-
nos resultados en un centro médico misionero es la décima parte
de los pacientes que acuden a esa institución. Se deben establecer
centros en todas las ciudades que desconocen la gran obra que el
Señor desearía que se hiciera para advertirle al mundo que el fin de
todas las cosas se acerca. Dijo el Gran Maestro: “Hay demasiada
concentración en un solo lugar”.
Que los que se han preparado para dedicarse a la obra médica
misionera en países extranjeros vayan a los lugares que esperan
hacer su campo de labor, y empiecen a trabajar correctamente entre
la gente, aprendiendo a la misma vez el idioma del país. Muy pronto
descubrirán que pueden enseñar las verdades sencillas de la Palabra
de Dios en ese idioma.
Un campo cercano descuidado
Hay en este país un gran campo no trabajado. La raza de color,
que asciende a muchos millares de personas, llama la atención y
simpatía de todo creyente leal y práctico en Cristo. Esta gente no vive