202
Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
en un país extranjero, y no se inclinan ante ídolos de madera y piedra.
Viven entre nosotros, y vez tras vez, por medio de testimonios de su
Espíritu, Dios nos ha llamado la atención sobre ellos, diciéndonos
que aquí tenemos seres humanos que han sido descuidados.
Tenemos por delante este amplio campo, no explotado, necesita-
do de recibir la luz que Dios nos ha encomendado a nosotros.
[218]