Página 221 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Lecciones aprendidas del pasado
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Isaías 57:21
. Pero en medio del juicio el Señor se acordará de la
misericordia. Él declara:
“Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré;
pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. Por
la iniquidad de su codicia me enojé, yo le herí, escondí mi rostro
y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón. He
visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo
a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está
lejos y cercano, dijo Jehová; y lo sanaré”.
Isaías 57:16-19
.
“El espíritu de mi pueblo decaería ante mí -dijo el Señor-, si
yo obrase con ellos conforme a su perversidad. No soportarían mi
desagrado y mi ira. Yo he visto los caminos perversos de cada
pecador. Convertiré y sanaré y restauraré a mi favor a todo el que se
arrepienta y haga obras de justicia”.
El Señor dice lo siguiente acerca de aquellos que han sido en-
gañados y descarrilados por hombres no consagrados: “Su línea de
conducta no ha estado de acuerdo con mi voluntad; sin embargo, por
la justicia de mi propia causa, en nombre de la verdad, sanaré a todos
los que honran mi nombre. Todos los penitentes de Israel verán mi
salvación. Yo, el Señor, rijo, y llenaré de alabanza y gratitud a todos
los corazones de los que están cercanos y lejanos, aún a todos los
penitentes de Israel que han guardado mis caminos”.
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y
cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con
el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de
los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”.
Isaías
57:15
.
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