El poder prometido
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Cristo envía a sus mensajeros a toda parte de su dominio para
comunicar su voluntad a sus siervos. Él anda en medio de sus igle-
sias. Desea santificar, elevar y ennoblecer a quienes le siguen. La
influencia de los que creen en él será en el mundo un sabor de vida
para vida. Cristo tiene las estrellas en su diestra, y es su propósi-
to dejar brillar por intermedio de ellas su luz para el mundo. Así
desea preparar a su pueblo para un servicio más elevado en la igle-
sia celestial. Nos ha confiado una gran obra. Hagámosla fielmente.
Demostremos en nuestra vida lo que la gracia divina puede hacer
por la humanidad.
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