Página 75 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Advertencias y consejos dados a la iglesia de Battle Creek
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ellos, diciendo: Oh, Jerusalén, Jerusalén, ¿cómo he de abandonarte?
“¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus
polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”.
Mateo 23:37
.
De la misma manera Cristo siente pesar y llora por nuestras
iglesias e instituciones educativas que no han logrado cumplir los
requisitos de Dios. Él viene a investigar en Battle Creek, que ha
estado moviéndose en la misma dirección que Jerusalén. La casa
publicadora ha sido convertida en un altar profanado, en un lugar
de mercadería y negocio vil. Se ha convertido en un lugar donde se
ha perpetrado la injusticia y el fraude; donde el egoísmo, la malicia,
la envidia y la pasión han prevalecido. Sin embargo, los hombres
que han sido atraídos a obrar en base a principios equivocados
parecen estar inconscientes de sus malos caminos. Cuando les llegan
advertencias y ruegos, dicen: “¿Acaso no habla ella en parábolas?”
Las palabras de advertencias y reproche han sido tratadas como
cuentos ociosos.
Cuando Cristo miró desde la cumbre del Monte de los Olivos, vio
que existía este estado de cosas en todas las iglesias. Las advertencias
se dirigen a todos aquellos que siguen los pasos de la gente de
Jerusalén, que disfrutaban de tan grande luz. Este pueblo es una
advertencia para nosotros. Al rechazar hoy las advertencias de Dios,
los hombres repiten el pecado de Jerusalén. El Señor ve lo que el
agente humano no ve ni verá: el resultado de los designios humanos
en Battle Creek. Él ha hecho todo lo que en su calidad de Dios
podía hacer. Ha hecho fulgurar la luz delante de los ojos del pueblo,
para que sus pecados no llegaran al punto en que no se sintiera el
arrepentimiento. Pero a través de un largo proceso de desviación de
los principios justos y santos, los hombres se han colocado donde la
luz, la justicia y la misericordia no se disciernen. Este proceder se
ha hecho parte de su misma naturaleza.
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Pido a todos los que se han unido en esta manera de proceder,
en principio equivocada, que hagan una reforma decidida y que para
siempre caminen humildemente con Dios...
Estos no son cuentos ociosos, sino la verdad misma. Otra vez
os pregunto: ¿De qué lado estáis? “Si Jehová es Dios, seguidle; y si
Baal, id en pos de él”.
1 Reyes 18:21
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