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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
Un servicio gozoso
Todos los que se mantienen en comunión con Dios encontrarán
abundancia de trabajo para él. Los que obran con el espíritu del
Maestro, y tratan de alcanzar a las almas con la verdad, no encontra-
rán aburrida ni pesada la obra de conducir a las almas hacia Cristo.
Se les ha encomendado una obra como mayordomos de Dios, y
obtendrán cada vez mayor vitalidad a medida que se den por entero
al servicio de Dios. Abrir las Escrituras para que otros las conozcan
es una obra que llena de gozo.
Educad a hombres y mujeres jóvenes para que se conviertan en
obreros en sus propios vecindarios y en otros lugares. Que todos
determinen adquirir habilidad para llevar a cabo la obra para este
tiempo, y que se preparen para hacer el trabajo al que mejor se
adapten.
Muchos jóvenes que han recibido la educación debida en sus
hogares deben ser preparados para el servicio y animados a elevar el
estandarte de la verdad en nuevos lugares por medio de un trabajo
bien planeado y fielmente realizado. Al relacionarse con nuestros
ministros y obreros experimentados en el trabajo en la ciudad, ob-
tendrán un entrenamiento apropiado. Actuando bajo la dirección
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divina y sostenidos por las oraciones de sus compañeros en la obra
de más experiencia, pueden llevar acabo un trabajo satisfactorio y
bendecido. Al unir sus esfuerzos con el de los obreros de más edad,
y al utilizar sus energías juveniles en forma provechosa, tendrán el
compañerismo de los ángeles celestiales; y como colaboradores de
Dios, tienen el privilegio de cantar, orar, creer y trabajar con valor y
libertad. La confianza que los seres celestiales les infundirán a ellos
y a sus colaboradores, los inducirá a la oración y la alabanza, y a la
sencillez de la fe auténtica.
No debieran demorarse los planes para preparar a los miembros
de la iglesia. Elegid para que trabajen en las grandes ciudades a
personas que sean totalmente consagradas y que comprendan el
carácter sagrado y la importancia de la obra. No enviéis a los que
no estén calificados en este sentido. Se necesitan personas que
promuevan los triunfos de la cruz, que perseveren bajo el desánimo
y las privaciones, que tengan el valor, el celo, la determinación y
la fe que son indispensables en el campo misionero. Y a los que