Página 121 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Llamamiento a los miembros de la iglesia
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Un movimiento de reforma
En visiones de la noche pasó delante de mí un gran movimiento
de reforma en el seno del pueblo de Dios. Los enfermos eran sanados
y se efectuaban otros milagros. Se advertía un espíritu de oración
como lo hubo antes del gran día de Pentecostés. Veíase a centenares
y miles de personas visitando las familias y explicándoles la Palabra
de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu
Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas
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partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de
la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina. Los
verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendiciones. Oí
las alabanzas y las acciones de gracias: parecía una reforma análoga
a la del año 1844.
Sin embargo, algunos rehusaban convertirse; no estaban dispues-
tos a andar en las sendas de Dios, y cuando se hacía un pedido de
ofrendas voluntarias para el adelanto de la obra de Dios, se aferraban
egoístamente a sus bienes terrenales. Esas personas avarientas se
separaron de la compañía de los creyentes.
Trabajando mientras dura el tiempo de gracia
Los juicios de Dios están en la tierra; bajo la influencia del Es-
píritu Santo debemos proclamar el mensaje de amonestación que
se nos ha confiado. Debemos dar este mensaje sin demora, renglón
tras renglón, precepto tras precepto. La gente se verá pronto obliga-
da a tomar decisiones importantes y debemos cuidar de que tenga
ocasión de comprender la verdad, de manera que pueda decidirse
inteligentemente por el lado del bien. El Señor llama a su pueblo a
trabajar con fervor e inteligencia, mientras se prolonga el tiempo de
gracia.
La importancia del trabajo personal
Los miembros de nuestras iglesias deben hacer más trabajo de
casa en casa, dando estudios bíblicos y repartiendo impresos. El ca-
rácter cristiano sólo puede formarse de manera simétrica y completa
si el hombre considera como un gozo trabajar en forma desinte-
resada en la proclamación de la verdad y sosteniendo la causa de