Página 126 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
El Señor llama hoy a los adventistas del séptimo día, en todo
lugar, para que se consagren enteramente a él, y que hagan todo lo
que esté a su alcance para promover su obra, según las circunstancias
en que se encuentren. El desea verles mostrar, por medio de dones
y ofrendas generosas, cuánto aprecian sus bendiciones y cuánta
gratitud sienten por su misericordia.
Amados hermanos y hermanas, todo el dinero que tenemos per-
tenece al Señor. Os invito ahora, en el nombre del Señor, a uniros
todos para terminar con éxito las empresas que se han iniciado de
acuerdo con los consejos de Dios. Que la creación de capillas, para
testificar por Dios en los diversos lugares, no sea dificultada por
haberse retenido los fondos necesarios para ello. Que aquellos que
luchan para desarrollar obras importantes, grandes y pequeñas, no
sean desanimados por nuestra tardanza en unimos para poner a esas
empresas en condiciones de poder hacer un trabajo útil. Que to-
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dos nuestros hermanos y hermanas consideren lo que pueden hacer.
Demuestren que entre los adventistas del séptimo día hay unión y
fuerza.
Condiciones para un servicio aceptable
Como pueblo, debemos entrar en santa comunión con Dios.
Es necesario que la luz del cielo brille en nuestros corazones y
en nuestras mentes; necesitamos la sabiduría que sólo Dios puede
impartir, si queremos proclamar con éxito el mensaje a las ciudades.
Entren en las filas nuestras iglesias en todo lugar.
Que ninguno de los que por el bautismo se han comprometido
a vivir para el servicio y la gloria de Dios, niegue su compromiso.
Es necesario salvar al mundo y este pensamiento debe inducirnos a
hacer mayores sacrificios y un trabajo más intenso en favor de los
que están fuera del buen camino.
Cuando andéis conforme a los principios contenidos en la Pala-
bra de Dios, vuestra influencia será valiosa para cualquier iglesia y
organización. Debéis acudir en ayuda de Jehová, contra los podero-
sos. Todas las palabras frívolas, toda liviandad y trivialidad son otras
tantas seducciones del enemigo para privaros de fuerza espiritual.
Fortaleceos contra este mal, en el nombre del Dios de Israel. Si
os humilláis delante de Dios, él os dará un mensaje para aquellos