Página 161 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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La escuela de médicos evangelistas de Loma Linda
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para desarrollar la escuela. A medida que avancen con fe, el Señor
irá delante de ellos preparando eficazmente el camino.
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En lo que atañe a la escuela diré: Dedíquese especialmente a la
educación de enfermeros y médicos. Muchos obreros deben adquirir
la ciencia médica en nuestras escuelas para médicos misioneros. El
Señor ha declarado que esta preparación está en armonía con los
principios que forman la base de una verdadera educación superior.
Mucho se habla de educación superior. La educación más elevada
consiste en andar en las pisadas de Cristo, imitando el ejemplo que
él nos dejó cuando estuvo en la tierra. No podemos aspirar a una
educación superior a ésa; es una educación que hará de los hombres
colaboradores de Dios.
¿Qué clase de educación se debe ofrecer?
Poseer educación superior es estar en comunión viva con Cristo.
El Salvador llamó a pescadores ignorantes y, sacándolos de sus
barcos y sus redes, los asoció consigo mientras viajaba de un lugar a
otro, enseñando al pueblo y aliviando sus miserias. Sentado sobre
una roca o alguna prominencia del terreno, juntaba a sus discípulos
en su derredor y los instruía. Al poco tiempo, centenares de personas
escuchaban sus palabras. Muchos piensan saber todo lo que se
puede saber, cuando en realidad tienen gran necesidad de sentarse
humildemente a los pies de Jesús y recibir instrucción de Aquel que
dio su vida en rescate por un mundo perdido. Todos necesitamos
al Cristo que abandonó los atrios celestiales, su vestidura real, su
corona y su majestad celestial, para revestirse de nuestra humanidad.
El Hijo de Dios vino como un niñito, para poder conocer lo que
experimenta la humanidad y saber cómo obrar en todo ello. El
conoce las necesidades de los niños. En los días de su ministerio, no
quería que se les prohibiese su acceso. “Dejad a los niños venir a mí
-dijo a los discípulos-, y no se lo impidáis; porque de los tales es el
reino de los cielos”.
Mateo 19:14
.
Haya siempre sencillez en la obra de la escuela. Ningún argu-
mento es más poderoso que el éxito basado en la sencillez. Podéis
tener éxito en la formación de médicos misioneros sin tener una
escuela acreditada para producir médicos capacitados para rivali-
zar con los del mundo. Los estudiantes deben recibir enseñanzas