Página 193 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

Basic HTML Version

La proclamación de la verdad allí donde hay antagonismo racial
189
Hay que presentar la verdad a los hombres y mujeres blancos de los
estados sureños. Entonces se hará una obra entre sus familias que
conducirá a la salvación de muchas almas.
“En toda sabiduría e inteligencia”
Mientras los hombres tratan de resolver el problema racial, el
tiempo sigue transcurriendo, y las gentes van a la tumba sin amo-
nestar y sin salvación. Que este estado de cosas no continue por
más tiempo. Que los hombres y las mujeres vayan a trabajar, y que
trabajen en la forma como el Espíritu de Dios impresione su mente.
[169]
Necesitamos la totalidad del talento de los creyentes negros en esta
obra. Que los obreros afroamericanos trabajen por su propio pueblo,
ayudados por los obreros blancos cuando la ocasión lo exija. Nece-
sitarán con frecuencia consejo y asesoramiento. Que los creyentes
negros tengan su lugar de culto y que los creyentes blancos también
lo tengan. Que cada grupo trabaje con celo y dedicación en la obra
misionera genuina por los de su propia raza, donde puedan y cuando
puedan hacerlo.
Cuando se haya presentado la verdad en cierto lugar, y haya
gente de raza blanca que haya oído, creído y aceptado la verdad,
a veces surgirán oportunidades para que obreros blancos realicen
esfuerzos en forma tranquila y discreta en favor de la gente de raza
negra. No hay que pasar por alto esas oportunidades.
Pero no debemos despertar innecesariamente el prejuicio que
cerrará el camino a la proclamación del mensaje del tercer ángel
a los blancos. Necesitan este mensaje, porque hay un tiempo de
dificultades ante nosotros, como no lo ha habido desde que hubo
una nación.
Debe ejercerse gran cuidado para no decir ni hacer nada que
pudiera inflamar los sentimientos de la población negra contra los
blancos. No agravemos las dificultades que ya existen. Por muy
prudentemente que trabajen los obreros, tendrán que hacer frente
a la oposición, aunque no creen agitación sobre la cuestión racial.
Limpiemos de obstáculos el camino del Rey. Demos a Dios la opor-
tunidad de trabajar, y que los hombres se aparten de su camino.
El hará planes y dirigirá mejor de lo que pueden hacerlo los seres