Página 219 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Frente a la ley dominical
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Enseñemos a nuestro pueblo a conformar su conducta en todas
las cosas a las leyes de su estado, siempre que puedan hacerlo sin
oponerse a la ley de Dios.
* * * * *
A veces el corazón de los perseguidores es susceptible de recibir
impresiones divinas, como lo era el corazón de Pablo antes de su
conversión.
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