Página 220 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Palabras de advertencia
Cristo dijo a sus discípulos: “He aquí, yo os envío como a ovejas
en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos
como palomas”.
Mateo 10:16
.
Los ataques de Satanás contra los defensores de la verdad se
tomarán más encarnizados y decididos hasta el mismo fin del tiem-
po. Así como en los días de Cristo los jefes de los sacerdotes y
los dirigentes instigaron a la gente contra él, así también hoy los
dirigentes religiosos despertarán rencor y prejuicio contra la verdad
para este tiempo. La gente será inducida a cometer actos de violen-
cia y oposición, en los cuales nunca habría pensado si no hubiera
sido empapada con la animosidad que supuestos cristianos sentirán
contra la verdad.
¿Qué curso deberán seguir los proponentes de la verdad? Tienen
la palabra inmutable y eterna de Dios, y debieran manifestar el
hecho de que poseen la verdad como está en Jesús. Sus palabras no
debieran ser ásperas ni hirientes. En su presentación de la verdad
deben manifestar el amor, la humildad y la dulzura de Cristo. Dejad
que la verdad corte; la palabra de Dios es una aguda espada de doble
filo que cortará y se abrirá paso hasta el corazón. Los que saben
que tienen la verdad, no debieran emplear expresiones severas e
hirientes, para no dar a Satanás la oportunidad de que su espíritu sea
mal interpretado.
Como pueblo, debemos permanecer como lo hizo el Redentor
del mundo. Cuando Cristo tuvo un rudo encuentro con Satanás
sobre el cuerpo de Moisés, Cristo no quiso lanzarle una acusación
hiriente. Había sido provocado en toda forma para que lo hiciera,
pero Satanás quedó frustrado porque no pudo despertar en Cristo un
espíritu de represalia. Satanás estaba listo para tergiversar todo lo
que Jesús hacía; pero el Salvador no le daba ocasión ni la sombra de
una excusa. No quiso apartarse del camino recto de la verdad para
seguir los extravíos, los embustes, los rodeos y las prevaricaciones
de Satán.
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