Página 33 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Llamados a ser testigos
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debe hacer comprender su peligro a hombres y mujeres. Si cada
adventista del séptimo día hubiese cumplido su parte, el número
de creyentes sería ahora mucho mayor. En todas las ciudades de
América habría personas a quienes el mensaje hubiese inducido a
obedecer la ley de Dios.
En algunos lugares el mensaje referente a la observancia del
sábado ha sido presentado con claridad y fuerza; en cambio, otros
lugares han sido dejados sin amonestación. ¿No tomarán conciencia
de su responsabilidad los que conocen la verdad? Hermanos míos, no
os está permitido enfrascaros en las empresas y negocios terrenales.
No podéis descuidar sin peligro la orden que el Señor os dio.
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Todo el universo pide a los que conocen la verdad que se consa-
gren sin reservas a proclamar la verdad tal cual les ha sido manifesta-
da en el mensaje del tercer ángel. Lo que oímos y vemos nos llama a
cumplir nuestro deber. La actividad de los agentes de Satanás invita
a cada cristiano a ocupar su puesto.
La clase de obreros que se necesita
La obra que se nos confió es grande e importante; y para cum-
plirla, necesitamos hombres sabios, desinteresados, capaces de con-
sagrarse abnegadamente a la salvación de las almas. No hay lugar
para los tibios; Cristo no puede usarlos. Se necesitan hombres y
mujeres cuyo corazón sea sensible a los sufrimientos humanos y que
demuestren por su vida que reciben y transmiten la luz, la vida y la
gracia.
Los hijos de Dios deben acercarse a Cristo por la abnegación y el
sacrificio, con el único propósito de dar al mundo entero el mensaje
de misericordia. Algunos trabajarán de una forma y otros de manera
distinta, según el modo en que el Señor los llame y conduzca. Pero
todos deben trabajar en armonía, esforzándose por mantener en la
obra un carácter de perfecta unidad. De viva voz y por la pluma
deben trabajar para él. La Palabra de la verdad impresa debe ser
traducida a diversos idiomas, y llevada a los extremos de la tierra.
Mi corazón está oprimido porque un número tan grande de los
que podrían trabajar no hacen nada. Son juguetes de las tentaciones
de Satanás. Cada miembro de la iglesia debe trabajar mientras dura
el día; porque viene la noche cuando nadie puede trabajar. Muy