Página 45 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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La obra misionera de la iglesia
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a conocer y practicar la voluntad de Dios, sentirían una carga tal por
las almas que perecen, una preocupación tan viva, que nada podría
impedirles obedecer la orden del Maestro: “Id por todo el mundo;
predicad el Evangelio a toda criatura”.
Marcos 16:15
.
No nos cansemos de trabajar
El Señor quiere que su pueblo despierte de su sueño. El fin
de todas las cosas se acerca. Cuando los que conocen la verdad
colaboren con Dios, se manifestarán los frutos de la justicia. El amor
de Dios, revelándose en el esfuerzo misionero, llevará a mucha gente
a tener conciencia de la culpabilidad de su conducta. Verán que en
lo pasado su egoísmo les impidió colaborar con Dios. Este mismo
amor, manifestándose en un ministerio desinteresado, inducirá a
muchas almas a creer en la Palabra de Dios tal cual está escrita.
Dios desea dar a su pueblo el refrigerio del Espíritu Santo, bau-
tizándolo nuevamente en su amor. La falta de poder espiritual no
tiene razón de ser en la iglesia. Después de la ascensión de Cristo, el
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Espíritu Santo descendió sobre los discípulos que esperaban, oraban
y creían, con una plenitud y poder que llenó todos los corazones.
En el futuro, toda la tierra debe ser iluminada con la gloria de Dios.
Los que han sido santificados por la verdad deben ejercer sobre el
mundo una santa influencia. Una atmósfera de gracia debe rodear
el mundo. El Espíritu Santo obrará en los corazones, tomando las
cosas de Dios y revelándolas a los hombres.
Familias misioneras
Si todos los que poseen la luz de la verdad practicaran la verdad,
podría hacerse mucho más por Cristo. Hay familias enteras que
podrían ser misioneras y dedicarse a la obra personal, y trabajar por
el Maestro ocupando activamente las manos y el cerebro y creando
nuevos métodos para el éxito de la obra. Hay hombres y mujeres
serios, prudentes y afectuosos que podrían hacer mucho por Cristo
si se entregaran a Dios, si se acercaran a él y lo buscaran de todo
corazón.
Hermanos y hermanas, desempeñad una parte activa en la obra de
la salvación de las almas. Esta obra dará vida y vigor a las facultades