Página 85 - El Conflicto Inminente (1969)

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¿Se acerca la crisis final?
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e inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el
gobierno de Dios. Mediante estos agentes, tanto los príncipes como
los súbditos serán engañados. Surgirán entes que se darán por el
mismo Cristo y reclamarán los títulos y el culto que pertenecen
al Redentor del mundo. Harán curaciones milagrosas y asegurarán
haber recibido del cielo revelaciones contrarias al testimonio de las
Sagradas Escrituras.
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que
el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia
profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de
sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo ha-
brá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los
hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido
a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis.
Apocalipsis 1:13-15
. La gloria que le rodee superará cuanto hayan
visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los
aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará
en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una
bendición sobre ellos como Cristo bendecía a sus discípulos cuan-
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do estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena
de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las
verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador;
cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de
Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo
y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara
que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su
nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados
con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi
irresistible. Como los samaritanos fueron engañados por Simón el
Mago, así también las multitudes, desde los más pequeños hasta los
mayores, creen en ese sortilegio y dicen: “Este es el poder de Dios
llamado grande.”
Hechos 8:10 (V. N-C)
.
Pero el pueblo de Dios no se extraviará. Las enseñanzas del
falso Cristo no están de acuerdo con las Sagradas Escrituras. Su
bendición va dirigida a los que adoran la bestia y su imagen, preci-
samente aquellos sobre quienes dice la Biblia que la ira de Dios será
derramada sin mezcla.