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El Conflicto Inminente
la tarea de castigar resulta extraña. “Vivo yo, dice el Señor Jehová,
que no quiero la muerte del impío.”
Ezequiel 33:11
. El Señor es
“compasivo y clemente, lento en iras y grande en misericordia y en
fidelidad, ... que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado.”
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Sin embargo “visita la iniquidad de los padres sobre los hijos, y
sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y hasta la cuarta gene-
ración.” “¡Jehová es lento en iras y grande en poder, y de ningún
modo tendrá por inocente al rebelde!”
Éxodo 34:6, 7
;
Nahúm 1:3
(VM)
. El vindicará con terribles manifestaciones la dignidad de su
ley pisoteada. Puede juzgarse de cuán severa ha de ser la retribución
que espera a los culpables, por la repugnancia que tiene el Señor para
hacer justicia. La nación a la que soporta desde hace tanto tiempo
y a la que no destruirá hasta que no haya llenado la medida de sus
iniquidades, según el cálculo de Dios, beberá finalmente de la copa
de su ira sin mezcla de misericordia.
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