Página 232 - Consejos para los Maestros (1971)

Basic HTML Version

Capítulo 38—Palabras de consejo
Es el propósito de Dios que se adiestren tanto las facultades
físicas como las mentales; pero el carácter del ejercicio físico debe
estar en completa armonía con las lecciones dadas por Cristo a sus
discípulos. Esas lecciones deben ser ejemplificadas en la vida de
los cristianos, para que en toda la educación y adiestramiento de
maestros y estudiantes, los agentes celestiales no necesiten informar
que son “amadores de los placeres”. Esto es lo que se registra ahora
acerca de un gran número: “Amadores de los deleites más que de
Dios”.
2 Timoteo 3:4
. Así Satanás y sus ángeles están disponiendo
sus trampas para las almas. Están obrando en las mentes de maestros
y alumnos a fin de inducirlos a dedicarse a ejercicios y diversiones
que llegan a ser intensamente absorbentes, y son de un carácter tal
que fortalecen las pasiones inferiores y crean apetitos y pasiones que
contrarrestarán las operaciones del Espíritu de Dios en los corazones
humanos.
Todos los maestros de una escuela necesitan ejercicio, un cambio
de ocupación. Dios ha designado que éste debe ser un trabajo útil
y práctico. Pero muchos se han apartado del plan de Dios para
seguir invenciones humanas, con detrimento de la vida espiritual.
Las diversiones están haciendo más para contrarrestar la obra del
Espíritu Santo que cualquier otra cosa, y el Señor es agraviado.
Los maestros que no tienen una experiencia religiosa progresiva,
que no están aprendiendo diariamente lecciones en la escuela de
Cristo para ser ejemplos del rebaño, sino que aceptan su sueldo como
la consideración principal, no son idóneos para el puesto solemne
[269]
que ocupan. “Por tanto mirad por vosotros—declara la Palabra de
Dios—, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos para apacentar [alimentar] la iglesia del Señor, la cual él
ganó por su propia sangre”.
Hechos 20:28
. “Apacentad [alimentad]
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con
ánimo pronto”.
1 Pedro 5:2
. Estas palabras se dirigen a los maestros
228