La educación práctica
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educadores y enseñar a trabajar. Y dondequiera que vayan, todo lo
que hayan ganado en este sentido les permitirá destacarse.
Las artes comunes
La habilidad en las artes comunes es un don de Dios. El provee
tanto el don como la sabiduría para usarlo correctamente. Cuando él
deseaba que se hiciera cierto trabajo en el tabernáculo dijo: “Mira,
yo he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la
tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en
inteligencia, en ciencia y en todo arte”.
Éxodo 31:2, 3
. Mediante el
profeta Isaías, el Señor dijo: “Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y
oíd mi dicho. El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá
y quebrará los terrones de la tierra? Cuando ha igualado su superficie,
¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y
la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado?
Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; que el eneldo no
se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino
que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. El
grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con
la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.
También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso
el consejo y engrandecer la sabiduría”.
Isaías 28:23-29
.
Dios otorga sus dones según le agrada. Concede un don a una
persona, y otro don a otra, pero todos son para el beneficio de todo
el cuerpo. Está de acuerdo con el designio de Dios que unos sirvan
en un ramo de trabajo y otros en otros ramos, sirviendo todos bajo
el mismo Espíritu. El reconocimiento de este plan será una salva-
guardia contra la emulación, el orgullo, la envidia o el desprecio
recíproco. Fortalecerá la unidad y el amor mutuo.
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Un número mucho mayor de jóvenes necesita aprovechar las
ventajas de nuestras escuelas. Necesitan el curso de adiestramiento
manual, que les enseñará a vivir una vida activa y enérgica. Bajo
dirigentes sabios, juiciosos y temerosos de Dios, se ha de enseñar
a los estudiantes diferentes clases de trabajo. Cada tarea ha de ser
dirigida de la manera más cabal y sistemática, tanto como la mucha
experiencia y la sabiduría puede permitirnos planear y ejecutar.