Página 306 - Consejos para los Maestros (1971)

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Consejos para los Maestros
asistir a tales escuelas. Han deshonrado a Dics dejándole a un lado y
aceptando al hombre como su auxiliador. “Yo honraré a los que me
honran—declara Dios—, y los que me desprecian serán tenidos en
poco”.
1 Samuel 2:30
...
La Palabra de Dios debe ser recibida como fundamento y con-
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sumación de nuestra fe. Se la ha de recibir con el entendimiento y
de todo corazón; es vida, y ha de ser incorporada a nuestra misma
existencia. Así recibida, humillará al hombre ante el estrado de la
misericordia, y lo separará de toda influencia corruptora.
“En el año que murió el rey Uzías—dice Isaías—vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos
cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y
el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de
los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales
de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la
casa se llenó de humo”. Al contemplar esta grandiosa y gloriosa
representación, el profeta discernió sus propias imperfecciones, y
las del pueblo con el cual moraba. “¡Ay de mí!—exclamó—que soy
muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en
medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al
Rey, Jehová de los ejércitos”.
Isaías 6:1-5
. ¡Oh, cuántos de los que
están ahora en esta obra de responsabilidad necesitan contemplar a
Dios como lo contempló Isaías! porque en la presencia de su gloria y
majestad el yo se hundirá en la insignificancia.
Special Testimonies
on Education, 165-170
; escrito en Melbourne, Australia, el 10 de
febrero de 1894, para los maestros del colegio de Battle Creek.
* * * * *
Únicamente en la medida en que la vida superior es presentada
tal como se revela en las enseñanzas de Cristo, puede cualquier
saber e instrucción llamarse correctamente educación superior; y
únicamente por la ayuda del Espíritu Santo es como puede adquirirse
esa educación. El estudio que el hombre dedica a la ciencia de la
naturaleza, sin la ayuda del Espíritu Santo, no llega a las cosas
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preciosas que Cristo desea que él aprenda del mundo natural; porque