Página 144 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
prácticas injustas, en su codicia ni en sus extorsiones. Todo acto
injusto contra un semejante es una violación de la regla de oro. Todo
perjuicio ocasionado a los hijos de Dios se hace contra Cristo mismo
en la persona de sus santos. Toda tentativa de aprovecharse de la
ignorancia, debilidad o desgracia de los demás, se registra como
fraude en el libro mayor del cielo. El que teme verdaderamente a
Dios preferirá trabajar noche y día y comer su pan en la pobreza
antes que satisfacer un afán de ganancias que oprimiría a la viuda y
a los huérfanos, o despojaría al extraño de su derecho.
El menor desvío de la rectitud quebranta las barreras y prepara
el corazón para cometer mayores injusticias. En la medida en que un
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hombre esté dispuesto a sacar ventajas para sí de las desventajas de
otro, se vuelve su alma insensible a la influencia del Espíritu de Dios.
La ganancia obtenida a un costo tal es una terrible pérdida.—
La
Historia de Profetas y Reyes, 481, 482
.
El sacrificio de los principios
Con frecuencia vemos a hombres que ocupan posiciones eleva-
das, como seguidores de Cristo, pero que han hecho naufragar su fe.
Encuentran una tentación y sacrifican los principios y sus ventajas
religiosas para obtener un codiciado tesoro mundanal. Muerden el
anzuelo de Satanás. Cristo venció y con esto hizo posible que el
hombre también pudiera vencer; pero el hombre se coloca bajo la
dirección del dios de este mundo y se aparta del estandarte de Jesu-
cristo para ir a las filas enemigas. Dedica todas sus facultades a la
obtención de ganancias y adora a otros dioses antes que al Señor.
El hombre mundano no se conforma con tener suficiente para
vivir, ni siquiera con la abundancia. Siempre está tratando de poseer
un capital comercial más grande y encamina en esa dirección cada
pensamiento y cada facultad.—
The Review and Herald, 1 de marzo
de 1887
.
Transacciones mezquinas y egoístas
Me dirijo a mis hermanos en la fe y los insto a cultivar la ternura
de corazón. Cualquiera sea vuestra profesión o cargo, si abrigáis el
egoísmo y la codicia, recibiréis el desagrado del Señor. No convirtáis