Página 185 - Consejos sobre Mayordom

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La obra de la recolección
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Luego seamos diligentes en la distribución de las publicaciones
que han sido preparadas cuidadosamente para ser empleadas entre
los que no pertenecen a nuestra fe. Obtengamos lo más posible
de cada oportunidad que tengamos de atraer la atención de los in-
crédulos. Coloquemos las publicaciones en cada mano que quiera
recibirlas. Consagrémonos a la proclamación del mensaje. “Preparad
camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”.
Isaías 40:3
. Los instrumentos divinos y humanos deben unirse para
el cumplimiento de un gran objetivo. Ahora es el día de nuestra
responsabilidad. “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye,
diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua
de la vida gratuitamente”.
Apocalipsis 22:17
.—
Manuscrito 2, 1914
.
El fruto de este doble esfuerzo
Según la providencia de Dios, los que han estado soportando la
carga de su obra se han estado esforzando por poner nueva vida en
métodos antiguos de trabajo, y también por inventar nuevos planes
y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la
iglesia para que realicen un esfuerzo unido a fin de alcanzar el
mundo. Uno de los nuevos planes para alcanzar a los incrédulos
es la Campaña de la Recolección para las misiones. En muchos
lugares durante los últimos años, esto ha demostrado ser un éxito, ha
llevado bendición a muchos y ha aumentado los recursos que fluyen
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a la tesorería de la misión. A medida que los que no pertenecen
a nuestra fe se han familiarizado con el progreso del mensaje del
tercer ángel en las tierras paganas, se han despertado sus simpatías
y algunos han procurado aprender más acerca de la verdad que tiene
tal poder para transformar los corazones y las vidas. Hombres y
mujeres pertenecientes a todas las clases han sido alcanzados y el
nombre de Dios ha sido glorificado.
En años pasados, he hablado en favor del plan de presentar nues-
tra obra misionera y su progreso ante nuestros amigos y vecinos, y
me he referido al ejemplo de Nehemías. Y ahora deseo instar a nues-
tros hermanos a estudiar nuevamente la experiencia de este hombre
de oración, fe y sólido juicio quien se atrevió a pedir a su amigo, el
rey Artajerjes, ayuda para promover los intereses de la causa de Dios.
Que todos comprendan que al presentar las necesidades de nuestra