Página 211 - Consejos sobre Mayordom

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Procurando servir a Dios y a Mammón
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solemnes e importantes que tienen que ver con la vida eterna. Trata
de sacar de la mente el pensamiento de Dios y de colocar en su lugar
la mundanalidad y el comercialismo. Desea mantener el mundo
en tinieblas. Es su propósito premeditado inducir a los hombres
a olvidar a Dios y el cielo, y poner a todas las almas que pueda
bajo su propia jurisdicción. Y con este fin promueve empresas e
invenciones que ocuparán la atención de los hombres de tal modo
que no dispondrán de tiempo para pensar en los asuntos celestiales.
El pueblo de Dios debe despertar ahora para llevar a cabo la obra
que ha descuidado. Debemos poner en juego todas las energías de
la mente en la planificación de esta obra. No debemos economizar
ningún esfuerzo para presentar la verdad tal como fue revelada por
Jesús, en forma tan sencilla y sin embargo con tanta fuerza que
las mentes queden poderosamente impresionadas. Debemos hacer
planes para trabajar en una forma que requiera la menor cantidad po-
sible de recursos, porque la obra debe extenderse hasta las regiones
más alejadas.—
The Review and Herald, 15 de diciembre de 1910
.
Una lección de Judas
Judas poseía cualidades valiosas, pero en su carácter había algu-
nos rasgos que debían ser extirpados antes que él pudiera salvarse.
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Debía nacer de nuevo, no de una semilla corruptible sino de una
incorruptible. Su gran tendencia heredada y cultivada hacia el mal
era la codicia. Y ésta, mediante la práctica, se convirtió en un hábito
que él hizo intervenir en todas sus transacciones. Sus hábitos de
economía promovieron en él un espíritu tacaño, y éste se convirtió
en una trampa fatal. La ganancia llegó a ser su medida de una expe-
riencia religiosa correcta, y toda virtud genuina fue subordinada a
esto. Los principios de rectitud y justicia practicados por Cristo no
hallaron cabida en las prácticas de su vida...
Como Cristo sabía que estaba siendo corrompido por la codicia,
le dio el privilegio de oír muchas lecciones. Oyó a Cristo formular
los principios que debían tener todos los que quisieran entrar en su
reino eterno. Tuvo toda oportunidad posible de recibir a Cristo como
su Salvador personal, pero rehusó este don. No quiso someter a
Cristo sus métodos y su voluntad. No practicó lo que contrariaba sus
inclinaciones personales, y por lo tanto su espíritu muy avariento no