Página 227 - Consejos sobre Mayordom

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Capítulo 46—La tentación a especular
Satanás ha destruido a muchas almas induciéndolas a colocarse
en el terreno de la tentación. Se aproxima a ellas tal como lo hizo con
Cristo, tentándolas a amar al mundo; les dice que pueden invertir
con provecho en esto o en aquella empresa, y ellas obedecen de
buena fe sus insinuaciones.
Pronto son tentados a apartarse de su integridad a fin de asegu-
rarse tantas ganancias como les sea posible. Su proceder puede ser
perfectamente legal, de acuerdo con las normas del mundo, y sin
embargo puede no soportar la prueba de la ley de Dios. Sus motivos
son puestos en duda por sus hermanos, y se llega a sospechar de
ellos suponiendo que obran con falta de honradez para beneficiarse
a sí mismos, y así se sacrifica esta preciosa influencia que debería
haberse protegido celosamente para beneficio de la causa de Dios. El
negocio que habría podido ser un éxito financiero manejado por un
estafador que habría vendido su integridad por amor a las ganancias
mundanas, es enteramente inapropiado para un seguidor de Cristo.
Todas esas especulaciones llevan aparejadas pruebas y dificulta-
des que no alcanzan a percibirse, y constituyen una terrible prueba
para quienes se dedican a ellas. Con frecuencia ocurren circuns-
tancias que en forma natural inducen a lanzar reproches sobre los
motivos de estos hermanos; pero aunque algunas cosas parezcan de-
cididamente erróneas, éstas no siempre deberían considerarse como
una prueba del carácter. Sin embargo, con frecuencia demuestran
que constituyen el punto de cambio en la experiencia y el destino
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de una persona. El carácter es transformado por la fuerza de las
circunstancias en las que una persona se ha colocado a sí misma.
Un experimento peligroso
Se me mostró que es un experimento peligroso para los miem-
bros de nuestro pueblo dedicarse a la especulación. En esa forma
se colocan en el terreno del enemigo, y se exponen a grandes ten-
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