Página 233 - Consejos sobre Mayordom

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Inversiones imprudentes
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la obra de Dios. Esto constituye una trampa de los últimos días con
el propósito de implicar al pueblo de Dios en la pérdida del capital
que su Señor les ha confiado, el que debería emplearse sabiamente
en la obra de ganar almas. Debido a que se invierte tanto dinero en
estas empresas inciertas, la obra de Dios queda lamentablemente
menoscabada por falta del talento que ganará almas para Cristo...
“Anoche en una visión alzaba mi voz amonestando contra las
especulaciones mundanas. Decía: ‘Os invito a adquirir acciones en
la mayor mina que alguna vez se haya trabajado’.
“‘El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en
un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso
por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo’.
Mateo
13:44
...
“Si invertimos en las acciones mineras de Dios, la ganancia está
asegurada. Él dice: ‘Oídme atentamente, y comed del bien, y se
deleitará vuestra alma con grosura’.
Isaías 55:2
...
“‘También el reino de los cielos es semejante a un mercader que
busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y
vendió todo lo que tenía, y la compró’.
Mateo 13:45, 46
.
“Hermano mío, ¿quiere Ud. invertir para asegurarse la perla
celestial de gran precio?... Esto representa acciones de minería en
las que Ud. puede invertir sin correr el riesgo de ser chasqueado.
Pero, estimado amigo, no tenemos un solo peso del dinero del Señor
para invertir en empresas mineras en este mundo”.
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Estoy sumamente entristecida porque hay algunos en nuestro
pueblo que han cometido el error de enterrar el capital que Dios les
ha dado en acciones de minería, pensando de ese modo aumentar
sus entradas. La perspectiva puede parecer halagadora, pero muchos
quedarán amargamente chasqueados.
Recuerdo el caso de un hermano que una vez se interesó en la
obra y la causa de Dios. Hace algunos años, cuando yo estaba en
Australia, este hermano me escribió diciéndome que había adquirido
una mina de la que esperaba recibir grandes utilidades. Dijo que me
daría una parte de lo que recibiera. Ocasionalmente me escribía y me
informaba: “Ahora las perspectivas son buenas. Pronto recibiremos
ganancias”. Pero las ganancias no se materializaron, y después de
invertir muchos miles de dólares, esa arriesgada empresa resultó una
pérdida completa.