Página 27 - Consejos sobre Mayordom

Basic HTML Version

Nuestro generoso benefactor
23
darnos evidencia de su amor, porque siempre nos ha rodeado de
beneficios...
A cada instante somos sostenidos por el cuidado de Dios y por
su poder. Él pone alimento en nuestras mesas. Nos proporciona un
sueño pacífico y reparador. Cada semana nos da el día sábado para
que reposemos de nuestras labores temporales y lo adoremos en su
propia casa. Nos ha dado su Palabra para que ésta sea como una
lámpara para nuestros pies y una lumbrera en nuestro camino. En
sus páginas sagradas encontramos sabios consejos; y tantas veces
como elevamos nuestros corazones hacia él en penitencia y con fe,
él nos concede las bendiciones de su gracia. Pero por encima de
todo, se destaca el don infinito que Dios hizo al dar a su Hijo amado,
por medio de quien fluyen todas las demás bendiciones para esta
vida y para la vida venidera.
Ciertamente la bondad y la misericordia nos asisten a cada paso.
Solamente cuando deseemos que el Padre infinito cese de proporcio-
narnos sus dones, podremos exclamar con impaciencia: ¿Tendremos
que dar siempre? No sólo deberíamos devolver siempre nuestros
diezmos a Dios que él reclama como suyos, sino además llevar un
tributo a su tesorería como una ofrenda de gratitud. Llevemos a nues-
tro Creador, rebosantes de gozo, las primicias de su munificencia:
nuestras posesiones más escogidas y nuestro servicio mejor y más
piadoso.—
The Review and Herald, 9 de febrero de 1886
.
La única forma de manifestar gratitud
El Señor no necesita nuestras ofrendas. No podemos enriquecerlo
con nuestros donativos. El salmista dice: “Todo es tuyo, y de lo
[21]
recibido de tu mano te damos”.
1 Crónicas 29:14
. Dios nos permite
manifestar nuestro aprecio de sus mercedes por medio de esfuerzos
abnegados realizados para compartir las mismas con otras personas.
Esta es la única manera posible como podemos manifestar nuestra
gratitud y nuestro amor a Dios, porque él no ha provisto ninguna
otra.—
The Review and Herald, 6 de dicembre de 1887
.