Página 318 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
haga?” La religión de la Biblia estará entretejida en nuestra vida
diaria.
El verdadero cristiano no permite que ninguna consideración
terrena se interponga entre su alma y Dios. El mandamiento de Dios
ejerce una influencia positiva sobre sus afectos y acciones. Si todos
los que buscan el reino de Dios y su justicia estuvieran siempre listos
para hacer las obras de Cristo, ¡cuánto más fácil sería el camino que
lleva al cielo!...
Si se busca la gloria de Dios, el tesoro será puesto arriba, a salvo
de toda corrupción o pérdida; y “donde esté vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón”.
Mateo 6:21
. Jesús será el modelo que
procuraremos imitar. La ley del Señor será nuestra delicia y en el
día del ajuste final de cuentas escucharemos estas gozosas palabras:
“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu Señor”.
Mateo 25:21
.—
The Review
and Herald, 24 de enero de 1888
.
Fortaleciendo los vínculos de unidad
El Señor nos ha hecho sus mayordomos. Coloca en nuestras ma-
nos sus dones para que los compartamos con los necesitados; y esta
generosidad práctica constituirá una infalible panacea para nuestro
orgullo. Expresando en esta manera amor hacia los que necesitan
ayuda, haremos que los corazones de los necesitados agradezcan a
Dios porque él ha derramado la gracia de la generosidad sobre los
hermanos, y les ha hecho aliviar las necesidades de los afligidos.
Mediante el ejercicio de este amor práctico es como las iglesias
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se acercarán a Cristo en unidad. Mediante el amor de los hermanos
aumenta el amor a Dios, porque él no ha olvidado a los que están en
aflicción, y en esta forma las ofrendas de gratitud ascienden hacia
Dios por su cuidado. “Porque la ministración de este servicio no
solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda
en muchas acciones de gracias a Dios”.
2 Corintios 9:12
. La fe de
los hermanos aumenta en Dios, y éstos son inducidos a encomendar
sus almas y sus cuerpos a Dios como a un Creador fiel. “Pues por la
experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia
que profesáis al Evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra