Página 82 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
los hombres las reclaman como suyas para ser empleadas como a
ellos les agrada. ¿Pero irán en pos de las costumbres del mundo los
seguidores profesos de Cristo? ¿Perderemos la paz de la conciencia,
la comunión con Dios y la comunidad con nuestros hermanos debido
a que hemos fallado en dedicar a su causa la porción que él reclama
como suya?
Los que pretenden ser cristianos que recuerden que están tra-
bajando con el capital que Dios les ha confiado, y que se requiere
de ellos que sigan fielmente las instrucciones de las Escrituras con-
cernientes a su uso. Si vivís en armonía con Dios no cometeréis
ningún desfalco con los bienes de vuestro Señor ni los invertiréis en
vuestras empresas egoístas...
Hermanos y hermanas, si el Señor os ha bendecido con recursos
financieros, no los consideréis como propios. Consideradlos como
vuestros pero dados en depósito por Dios, y sed fieles y honrados en
el pago de los diezmos y las ofrendas. Cuando hacéis una promesa
tened la seguridad de que Dios espera que la paguéis tan pronto como
sea posible. No prometáis una parte al Señor para luego apropiaros
de ella a fin de emplearla en vuestro beneficio, no sea que vuestras
oraciones lleguen a ser abominación para él. El descuido de estos
deberes claramente revelados es lo que acarrea oscuridad sobre la
iglesia.—
The Review and Herald, 17 de diciembre de 1889
.
No es mejor que un sacrilegio
Lo que se ha separado de acuerdo con las Escrituras como perte-
neciente al Señor, constituye el ingreso del Evangelio, y ya no nos
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pertenece. La acción que comete un hombre al tomar recursos de
la tesorería del Señor a fin de servirse a sí mismo o de beneficiar
a otros en sus negocios seculares, no es mejor que un sacrilegio.
Algunos han cometido la falta de apartar del altar de Dios lo que ha
sido dedicado especialmente a él. Todos deberían considerar esto
en la forma debida. Que nadie, cuando se ve en dificultades, tome
el dinero consagrado a propósitos religiosos y lo use en beneficio
propio, calmando su conciencia al decir que lo devolverá en algún
momento futuro. Es mucho mejor que corte sus gastos para que
correspondan con sus entradas, que restrinja sus necesidades y vi-