Página 95 - Consejos sobre Mayordom

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Capítulo 19—Apoderándose de los fondos que Dios
se reserva
El Señor me ha dado últimamente testimonios especiales con-
cernientes a las advertencias y promesas que él ha dado por medio
de Malaquías. Después de hablar con gran claridad en la iglesia de
Sydney [Australia], y mientras me ponía mi ropa de abrigo en el
cuarto de vestir, se me hizo esta pregunta: “Hna. White, ¿cree Ud.
que mi padre debería pagar el diezmo? Ha tenido grandes pérdidas
recientemente, y dice que tan pronto como cancele su deuda, pagará
el diezmo”. Le pregunté: “¿Cómo considera Ud. las obligaciones
hacia Dios, quien nos da la vida y la respiración, y todas las ben-
diciones de que disfrutamos? ¿Le parece a Ud. que nuestra deuda
con Dios debe aumentar continuamente? ¿Quitará Ud. a Dios la
parte que él nunca nos ha dado para que la empleemos con otro
propósito que no sea la promoción de su obra, para sostener a sus
siervos en el ministerio? Para responder a su pregunta, el profeta
Malaquías dice: ‘Robará el hombre a Dios?... y dijisteis: ¿En qué
te hemos robado?’—como si voluntariamente se quisiera entender
mal este tema. Pero a continuación se da la respuesta: ‘En vuestros
diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros,
la nación toda, me habéis robado’. Después de esta declaración, ¿me
atrevería a decirle: Ud. no necesita pagar el diezmo mientras esté
endeudado? ¿Debería decirle que debe pagar todo lo que debe a
cualquier persona, aunque robe a Dios para hacerlo?”
Si todos aceptaran lo que dice la Escritura, y abrieran sus co-
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razones para comprender la palabra de Dios, no dirían: “No puedo
comprender el asunto del diezmo. No puedo entender que en mis
circunstancias tenga que pagar el diezmo”. “¿Robará el hombre a
Dios?” El resultado de hacerlo ha sido claramente expresado, y yo
no arriesgaría las consecuencias. Todos los que decidan obedecer a
Dios de todo corazón; los que no se apoderen de los fondos reser-
vados de Dios—su propio dinero—para pagar sus deudas; los que
devuelvan al Señor la parte que él reclama como suya, recibirán la
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