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Utilidad
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Que los chicos compartan las cargas del hogar
—Haced agra-
dable la vida de vuestros hijos, y al mismo tiempo enseñadles a ser
obedientes y útiles, cumpliendo pequeñas responsabilidades mien-
tras vosotros lleváis las más grandes. Educadlos en hábitos de trabajo
para que el enemigo no convierta su mente en taller del mal. Dad
a vuestros hijos algo en que pensar, algo que hacer, para que estén
capacitados para ser útiles en esta vida y en la vida futura.—
Manus-
crito 62, 1901
.
Desde sus primeros años, debería enseñárseles a compartir las
cargas del hogar. Debería enseñárseles a comprender que las obliga-
ciones son mutuas. También deberían aprender a trabajar rápida y
diestramente. Esta educación será del mayor valor para ellos en los
años venideros.—
The Signs of the Times, 11 de diciembre de 1901
.
Cada miembro de la familia debería comprender cuál es la parte
que se espera que realice en colaboración con los otros. Todos,
comenzando con los niños de seis años, y en adelante, deberian
comprender que se requiere que ellos compartan la carga de la
vida.—
Testimonies for the Church 2:700
.
[111]
Una fuente de experiencia y placer
—Cuán importante es que
los padres den a sus hijos la debida instrucción desde los años más
tiernos. Deben enseñarles a obedecer el mandamiento que dice:
“Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la
tierra que Jehová tu Dios te da”. Y los niños, a medida que crecen
en edad, han de apreciar el cuidado que les dan sus padres. Deben
encontrar su mayor placer en ayudarles.—
Manuscrito 129, 1903
.
La tarea más humilde debe estar rodeada de encanto
—Si los
niños aprendieran a considerar las tareas domésticas más humildes
como el deber que Dios les ha señalado, como una escuela en la
cual han de aprender a prestar un servicio fiel y eficiente, cuánto
más placentero y honroso les resultaría su trabajo. El realizar cada
deber como para el Señor da encanto a las tareas más humildes y
une a los obreros terrenos con los seres santos que hacen la voluntad
de Dios en el cielo. Y nosotros, en el lugar que nos ha señalado,
deberíamos cumplir nuestros deberes con tanta fidelidad como lo
hacen sus ángeles en su esfera superior.—
The Signs of the Times,
11 de octubre de 1910
.
[112]