Laboriosidad
101
Si quieren, pueden vencer sus hábitos de lentitud. En la tarea de
lavar los platos deben ser cuidadosos y al mismo tiempo trabajar
rápidamente. Ejercitad la voluntad para alcanzar esta finalidad, y
las manos se moverán rápidamente.—
The Youth’s Instructor, 7 de
septiembre de 1893
.
[116]
Unid lo físico con lo mental
—Cuando traían niños a mi familia
como pensionistas, y ellos decían: “Mamá no quiere que yo mismo
me lave”. Yo les decía: “¿Quieres que te lavemos nosotros y que
te cobremos medio dólar más por tu pensión?” “¡Oh, no! Mamá
no quiere pagar nada más por mí”. “Bueno, entonces—les decía—
puedes levantarte por la mañana y lavarte tú mismo. Dios nunca
se propuso que nosotros te sirviéramos en lo que tú puedes hacer.
En vez de que sea tu madre la que se levante por la mañana y te
lleve el desayuno a la cama, tú debes ser quien diga: ‘Mamá, no
te levantes esta mañana. Nosotros vamos a hacer los deberes de la
casa’. Deberías dejar descansar en la mañana a aquellas personas
cuyo cabello se está tornando gris”.
¿Por qué no ocurre así? ¿Dónde está la dificultad? Está en los
padres que dejan crecer a sus hijos sin participar en las cargas de
la familia. Cuando esos hijos van a la escuela, dicen: “Mamá dice
que yo no debo trabajar”. Tales madres obran neciamente. Echan
a perder a sus hijos y luego los mandan a la escuela para echarla a
perder. . . . El trabajo es la mejor disciplina que puedan tener. No
es más difícil para ellos que para sus madres. Unid el trabajo físico
con el mental, y las facultades mentales se desarrollarán mucho
mejor.—
Manuscrito 19, 1887
.
Inventad nuevas formas
—Los padres deberían inventar nuevas
formas y medios para mantener a sus hijos ocupados en algo útil.
Que los niños reciban pequeños lotes de tierra para cultivarlos, a
fin de que tengan algo que ofrecer como una ofrenda voluntaria.—
Manuscrito 67, 1901
.
Permitidles ayudaros en todo lo que puedan, y demostradles que
apreciáis su ayuda. Que ellos sientan que forman una parte de la
empresa familiar. Enseñadles a utilizar su mente tanto como sea
[117]
posible, de modo que planeen la obra que deben hacer rápida y
cabalmente. Enseñadles a trabajar con prontitud y energía, a econo-
mizar el tiempo de modo que no pierdan ningún minuto en las horas
de trabajo asignadas.—
Manuscrito 60, 1903
.