Capítulo 31—La importancia del carácter
El único tesoro que se lleva de este mundo
—Un carácter for-
mado a la semejanza divina es el único tesoro que podemos llevar
de este mundo al venidero. Los que en este mundo andan de acuerdo
con las instrucciones de Cristo, llevarán consigo a las mansiones
celestiales toda adquisición divina. Y en el cielo mejoraremos con-
tinuamente. Cuán importante es, pues, el desarrollo del carácter en
esta vida.—
Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 303
.
El carácter íntegro es una cualidad del alma
—La habilidad
mental y el genio no son el carácter, porque a menudo son posesión
de quienes tienen justamente lo opuesto a lo que es un buen carácter.
La reputación no es el carácter. El verdadero carácter es una cualidad
del alma que se manifiesta en la conducta.—
The Youth’s Instructor,
3 de noviembre de 1886
.
Un buen carácter es un capital de más valor que el oro o la plata.
No lo afectan los pánicos ni los fracasos, y en aquel día en que
serán barridas las posesiones terrenales, os producirá ricos dividen-
dos. La integridad, la firmeza y la perseverancia, son cualidades
que todos deben procurar cultivar fervorosamente; porque invisten
a su poseedor con un poder irresistible, un poder que le hará fuer-
te para hacer el bien, fuerte para resistir el mal y para soportar la
adversidad.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 174
.
Sus dos elementos esenciales
—La fuerza de carácter consiste
en dos cosas: la fuerza de voluntad y el dominio propio. Muchos
jóvenes consideran equivocadamente la pasión fuerte y sin control
[148]
como fuerza de carácter; pero la verdad es que el que es dominado
por sus pasiones es un hombre débil. La verdadera grandeza y noble-
za del hombre se miden por su poder de subyugar sus sentimientos,
y no por el poder que tienen sus sentimientos de subyugarle a él. El
hombre más fuerte es aquel que, aunque sensible al maltrato, refrena
sin embargo la pasión y perdona a sus enemigos.—
Consejos para
los Maestros Padres y Alumnos, 171
.
128