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Conducción del Niño
sobre vosotros, ya sea que lo comprendáis o no, de preparar a esos
hijos para Dios: de velar con celoso cuidado la primera aproximación
del astuto enemigo y estar preparados para levantar una norma contra
él. Edificad una fortaleza de oración y fe en torno de vuestros hijos
y ejerced en ella diligente vigilancia. No estáis seguros un momento
contra los ataques de Satanás. No tenéis tiempo para descansar de la
labor vigilante y ferviente. No debéis dormir un momento en vuestro
puesto. Esta es una contienda importantísima. Están implicadas
consecuencias eternas. Se trata de vida o muerte para vosotros y
vuestra familia.—
Testimonies for the Church 2:397, 398
.
Tomad una actitud firme y decidida
—Los padres confían ge-
neralmente demasiado en sus hijos; y sucede con frecuencia que,
cuando los padres confían en ellos, estos hijos están sumidos en
iniquidad oculta. Padres, velad sobre vuestros hijos con cuidado
celoso. Exhortadlos, reprendedlos, aconsejadlos cuando os levantáis
y cuando os sentáis; cuando salís y cuando entráis; “mandamiento
tras mandamiento, . . . línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito
allá”.
Isaías 28:10
. Subyugad a vuestros hijos cuando son jóvenes.
Muchos padres descuidan esto lamentablemente. No asumen una
actitud tan firme y decidida como debieran asumirla con respecto a
sus hijos.—
Joyas de los Testimonios 1:49
.
Sembrad pacientemente la preciosa semilla
—“Todo lo que
el hombre sembrare, eso también segará”. Padres, vuestra obra es
ganar la confianza de vuestros hijos y sembrar con amor la precio-
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sa semilla. Haced vuestra obra con contentamiento, sin quejaros
nunca de las penalidades, del cuidado y del esfuerzo. Si mediante
esfuerzos pacientes, bondadosos y semejantes a los de Cristo podéis
presentar un alma perfecta en Cristo Jesús, vuestra vida no habrá
sido en vano. Mantened vuestra propia alma llena de esperanza y
paciencia. No se vea el desánimo en vuestros rasgos o actitud. Tenéis
en vuestras manos la formación de un ser que, mediante la ayuda
de Dios, podrá trabajar en la viña del Maestro y ganará muchas
almas para Jesús. Animad siempre a vuestros hijos a que alcancen
una elevada norma en todos sus hábitos y tendencias. Sed pacientes
con sus imperfecciones, así como Dios es paciente con vosotros
en vuestras imperfecciones, soportándoos, velando sobre vosotros,
para que podáis dar fruto para su gloria. Animad a vuestros hijos a