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Cómo pueden los padres edificar caracteres firmes
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fin de que se esfuercen en añadir a sus logros las virtudes que les
faltan.—
Manuscrito 136, 1898
.
Enseñad sumisión a la ley
—Padres y madres, sed razonables.
Enseñad a vuestros hijos que deben estar subordinados a la ley.—
Manuscrito 49, 1901
.
No significa misericordia ni bondad el permitir que un niño haga
lo que quiera, el someterse a su capricho y descuidar la corrección
argumentando que lo amáis demasiado para castigarlo. ¿Qué clase
de amor es el que permite que vuestro hijo desarrolle rasgos de
carácter que lo harán sufrir a él y a otros? ¡Perezca tal amor! El
verdadero amor velará por el bien presente y eterno del alma.—
The
Review and Herald, 16 de julio de 1895
.
¿Qué derecho tienen los padres de traer hijos al mundo para des-
cuidarlos y dejar que crezcan sin cultura y preparación cristiana? Los
padres debieran ser responsables. Enseñadles dominio propio; ense-
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ñadles que han de ser dirigidos y no están para dirigir.—
Manuscrito
9, 1893
.
Coordinad lo físico, mental y espiritual
—Las facultades fí-
sicas, mentales y espirituales debieran desarrollarse de modo que
formen un carácter debidamente equilibrado. Los hijos debieran ser
vigilados, custodiados y disciplinados a fin de lograr esto con todo
éxito.—
Testimonies for the Church 4:197, 198
.
La constitución física de Jesús, tanto como su desarrollo espi-
ritual se presentan delante de nosotros con estas palabras “El niño
crecía” y “crecía . . . en estatura”. Durante la niñez y la juventud
debiera prestarse atención al desarrollo físico. Los padres debieran
educar a sus hijos de tal forma en buenos hábitos de comida y bebida,
de vestido y ejercicio, que pueda establecerse un sólido fundamento
para la buena salud en los años venideros. El organismo debiera
cuidarse de un modo especial a fin de que no se empequeñezcan las
facultades físicas, sino que se desarrollen plenamente. Esto coloca
a los niños y jóvenes en una posición favorable, de modo que, a
semejanza de Cristo y con la debida educación religiosa, puedan
crecer fuertes en espíritu.—
The Youth’s Instructor, 27 de julio de
1893
.
La salud se relaciona con el intelecto y la moral
—A fin de
despertar la sensibilidad moral de vuestros hijos a las demandas que
Dios les hace, debéis imprimir en su mente y corazón la forma de