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Conducción del Niño
fácilmente en el corazón natural, y las cosas que se ven y oyen en
la infancia y en la niñez se imprimen profundamente en la mente.—
Pacific Health Journal, septiembre de 1897
.
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Los hábitos precoces deciden la futura victoria o derrota
Seremos individualmente, para el tiempo y la eternidad, lo que nos
hacen nuestros hábitos. Las vidas de los que desarrollan hábitos
correctos y son fieles en la realización de cada deber, serán como
luces brillantes que esparcen resplandecientes rayos sobre el sendero
de otros; pero si se consiente que haya hábitos de infidelidad, si se
permite que se fortalezcan hábitos de relajamiento, indolencia y
descuido, una nube más oscura que la medianoche se posará sobre
las perspectivas de esta vida y para siempre privará al individuo de
la vida futura.—
Testimonies for the Church 4:452
.
En la niñez y la juventud es cuando el carácter es más impresio-
nable. Entonces es cuando debe adquirirse la facultad del dominio
propio. En el hogar y la familia, se ejercen influencias cuyos resul-
tados son tan duraderos como la eternidad. Más que cualquier dote
natural, los hábitos formados en los primeros años deciden si un
hombre vencerá o será vencido en la batalla de la vida.—
El Deseado
de Todas las Gentes, 75
.
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