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Conducción del Niño
Hay diversidad de caracteres en los miembros de la fami-
lia
—Con frecuencia existen en la misma familia notables diferencias
de temperamento y carácter, pues está dentro de los planes de Dios
que se relacionen personas de temperamentos variados. Cuando esto
sucede, cada miembro del hogar debiera considerar como sagrados
los sentimientos y los derechos de los otros y debiera respetarlos.
De esta manera se cultivarán la consideración mutua y la tolerancia,
se suavizarán los prejuicios y se alisarán las asperezas del carácter.
Podrá lograrse la armonía y la combinación de los diversos tempe-
ramentos será un beneficio mutuo.—
The Signs of the Times, 9 de
septiembre de 1886
.
Estudiad las mentes y caracteres individuales
—Cada hijo
traído a este mundo aumenta la responsabilidad de los padres. .
. . Han de estudiarse su temperamento, sus tendencias, sus rasgos
de carácter. Las facultades de discriminación de los padres debie-
ran ser cuidadosamente educadas, a fin de que puedan reprimir las
tendencias equivocadas y fomentar las impresiones correctas y los
principios debidos.
No se requieren ni dureza ni violencia en esta obra. Debe culti-
varse el dominio propio y su impresión debe quedar en la mente y el
corazón del niño.—
Manuscrito 12, 1898
.
Es una obra muy delicada la de tratar con la mente humana.
Todos los niños no pueden ser tratados de la misma manera, pues
aquella restricción que se debe mantener sobre uno, aplastaría la
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vida del otro.—
Manuscrito 32, 1899
.
Vigorizad los rasgos débiles, reprimid los erróneos
—Hay po-
cas mentes bien equilibradas porque los padres son impíamente
negligentes en su deber de vigorizar los rasgos débiles y reprimir los
erróneos. No recuerdan que están bajo la más solemne obligación de
vigilar las tendencias de cada niño, que es su deber educar a sus hijos
en hábitos correctos y en las debidas formas de pensamiento.—
The
Signs of the Times, 31 de enero de 1884
.
Estudiad el carácter de cada niño
—Los niños necesitan cons-
tante cuidado, pero no es necesario que les hagáis ver que estáis
siempre vigilándolos. Estudiad el carácter de cada uno tal como
se revela en su asociación mutua, y entonces procurad corregir sus
faltas fomentando las características opuestas. Debe enseñarse a los
niños que el desarrollo tanto de las facultades mentales como de