Capítulo 56—La preparación en el colegio y en un
curso superior
Muchos se descarrían en las instituciones mundanas
—Es
una realidad terrible, que debiera estremecer el corazón de los padres,
el que en tantas escuelas y colegios adonde se manda a la juventud
para recibir cultura y disciplina intelectual, prevalezcan influencias
que deforman el carácter, distraen el espíritu del objeto verdadero
de la vida y pervierten la moralidad. Mediante el trato con personas
sin religión, amigas de los placeres y depravadas, muchos jóvenes
pierden su sencillez y pureza, su fe en Dios, y el espíritu de abnega-
ción que padres y madres cristianos fomentaron y conservaron en
ellos por medio de instrucciones cuidadosas y fervorosas oraciones.
Muchos de los que entran en la escuela con propósito de pre-
pararse para desempeñar algún servicio abnegado, concluyen por
absorberse en estudios profanos. Se despierta en ellos la ambición de
descollar entre sus compañeros y de adquirir puestos y honores en el
mundo. Pronto llegan a perder de vista el objeto que los llevara a la
escuela, y se entregan a la persecución de fines egoístas y mundanos.
Y a menudo contraen hábitos que arruinan su vida para este mundo
y para el venidero.—
El Ministerio de Curación, 313, 314
.
Se destruyen las influencias religiosas del hogar, Oráis:
—
“No nos metas en tentación”. No consintáis pues que vuestros hijos
estén donde harán frente innecesariamente a la tentación. No los
enviéis a colegios donde se relacionarán con influencias que serán
como malezas sembradas en el campo de su corazón.
[309]
En la escuela del hogar, durante sus primeros años, educad y dis-
ciplinad a vuestros hijos en el temor de Dios. Y luego sed cuidadosos
de no colocarlos donde las impresiones religiosas que han recibido
sean destruidas y sea quitado el amor de Dios de su corazón. Que
la atracción de sueldos elevados o de grandes ventajas educativas
indudables no os induzcan a enviar a vuestros hijos lejos de vuestra
influencia, a lugares donde estarán expuestos a grandes tentaciones.
“¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su
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