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Conducción del Niño
en la senda equivocada. Pero, mi querida hermana, nos estamos
acercando al fin del tiempo y no debemos conformarnos ahora con
las inclinaciones y prácticas del mundo sino con los deseos de Dios,
debemos ver lo que dicen las Escrituras y luego caminar de acuerdo
con la luz que Dios nos ha dado. Nuestras inclinaciones, nuestras
costumbres y prácticas no han de tener la preferencia. La Palabra de
Dios es nuestra norma.—
Testimonies for the Church, 5:506
.
Alumnos externos
—Parece que algunos docentes piensan que
ninguno de los niños y jóvenes cuyos padres viven en el vecindario
de un colegio debiera participar de los privilegios escolares a menos
que vivan con sus profesores en el internado. Esto es para mí una
idea nueva y extraña.
[311]
Hay jóvenes cuyas influencias hogareñas han sido tales, que les
sería una gran ventaja vivir por un tiempo en un internado escolar
bien reglamentado. Y los internados escolares son una gran ben-
dición para los que viven en lugares donde necesariamente deben
dejar sus propios hogares para disfrutar de los privilegios escolares.
Pero el hogar paternal donde se teme y obedece a Dios es. y siempre
debe ser, el mejor lugar para los niños menores, donde bajo la debida
educación de sus padres pueden disfrutar del cuidado y la disciplina
de una familia religiosa, regida por sus propios padres. . . .
En cuanto a los jóvenes que están en una edad conveniente para
asistir a un internado escolar, evitemos hacer reglamentos innece-
sarios y arbitrarios que los separen de sus padres que viven en la
proximidad de nuestros colegios. . . .
A menos que los padres estén convencidos que será para el
mejor provecho de sus hijos el colocarlos en un internado escolar,
debiera permitirseles que los tengan bajo su propio control todo
lo que sea posible. En algunos lugares, los padres que viven cerca
del colegio quizá crean que sus hijos se beneficiarán al vivir en el
internado escolar, donde pueden recibir ciertas instrucciones que
nunca recibirían tan bien en su propio hogar. Pero no debe ser una
regla inflexible que en todos los casos los hijos deben ser separados
de sus padres a fin de disfrutar de las ventajas de cualquiera de
nuestros colegios. . . .Los padres son los tutores naturales de sus hijos
y tienen la solemne responsabilidad de supervigilar su educación y
preparación.