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Ejercicio y salud
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abnegación para ayudar a otros, será el placer más saludable de que
puedan disfrutar.—
Testimonies for the Church 3:151
.
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Las actividades mentales y físicas son equivalentes
—No se
debiera permitir que los estudiantes sigan tantos estudios hasta el
punto de que no tengan tiempo para el ejercicio físico. No se puede
conservar la salud a menos de que se dedique una parte de cada
día al ejercicio muscular al aire libre. Debieran dedicarse horas pre-
viamente señaladas para un trabajo manual de alguna clase, algo
que ponga en actividad todo el organismo. Empléense por igual las
facultades mentales y físicas, y la mente del alumno será refrigera-
da. Si está enfermo, con frecuencia el ejercicio físico le ayudará a
recobrar la normalidad. Cuando los estudiantes salen del colegio,
debieran tener mejor salud y una mejor comprensión de las leyes de
la vida que cuando entraron en él. Debiera preservarse la salud tan
sagradamente como el carácter.—
Christian Temperance and Bible
Hygiene, 82, 83
.
La energía juvenile : cuán prestamente se despilfarra
—La
juventud que está en la frescura y el vigor de la vida se percata poco
del valor de su abundante energía. ¡Con cuánta ligereza considera
un tesoro más precioso que el oro, más esencial para el progreso
que el saber, la alcurnia o las riquezas! ¡Con qué precipitación lo
despilfarra! . . . En el estudio de la fisiología, debería enseñarse a los
alumnos a ver el valor de la energía física y el modo en que puede
ser conservada y desarrollada para contribuir en su mayor grado al
éxito en la gran lucha de la vida.—
La Educación, 191, 192
.
No debe reprimirse la actividad, sino debe guiársela
—Nues-
tros hijos están como en la encrucijada de los caminos. De todos
lados las mundanas seducciones al interés propio y al exceso los
hacen desviar de la senda que el Señor dejó trazada a sus rescatados.
De la elección que hagan depende el que sus vidas, sean bendición
o maldición. Rebosantes de energía, deseosos de poner a prueba sus.
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capacidades, necesitan dar salida a su exuberancia de vida. Activos
serán para el bien o para el mal.
La Palabra de Dios no reprime la actividad, sino que la guía y
encauza. Dios no le manda al joven que tenga escasas aspiraciones.
Los elementos que constituyen un carácter afortunado y considerado
entre los hombres, es decir, el deseo irresistible de hacer algo grande
y hermoso, la voluntad indomable, la aplicación tenaz, la perseve-